El proyecto PDT 77_08: “Desarrollo y estandarización de biopesticidas a
partir de la optimización de extractos de plantas, tomando como modelo el
Paraíso (Melia azaderach L.)”, surgió como propuesta del equipo de trabajo en
Producción Orgánica de INIA. El objetivo principal fue desarrollar insecticidas
de origen vegetal seguros y eficaces a partir de extractos de Melia azedarach
L., con calidad adecuada para la producción de formulaciones comerciales y
teniendo en cuenta los principios de la Agricultura Orgánica. Fue financiado por
el Programa de Desarrollo Tecnológico, Subprograma II, “Desarrollo y aplicación
de ciencia y tecnología” en el Área de Oportunidad “Sanidad Vegetal” y fue
ejecutado en INIA Las Brujas durante 2007-2008.
En la agricultura orgánica se propone, tanto para el mantenimiento de la vida
del suelo, como para el manejo de los cultivos, la conservación del principio de
la biodiversidad ya que ella, entre otros beneficios, aumenta la estabilidad de
los agroecosistemas. De esta forma no se pretende en ningún momento
eliminar completamente las plagas, sino mantener niveles adecuados de
éstas, de tal forma que los daños que provoquen sean asumibles económica
y ecológicamente. Las herramientas a utilizar para lograr estos sistemas
dinámicos y estables a la vez suelen depender en gran medida de las
características locales.
Los plaguicidas sintéticos, elaborados muchas veces en base a materiales
no renovables, tienen el inconveniente en numerosos casos de matar a los
insectos benéficos al mismo tiempo que las plagas y generar otros efectos
secundarios no deseados (Ej.: residuos, resistencia), desequilibrando los
frágiles sistemas productivos. Los productos a base de plantas, aplicados tanto
como repelentes, como para controlar un ataque severo de plagas buscan,
entre otras, generar ventajas a partir de las siguientes características: se
producen a partir de materias primas renovables, se degradan más rápidamente,
tienden a ser selectivos y específicos respetando por tanto el principio de
la biodiversidad y minimizando los impactos ambientales negativos.
Mantener en niveles aceptables las plagas agrícolas por debajo del umbral
de daño económico es un reto constante para la agricultura orgánica. Se hace
crítico poder contar con herramientas adecuadas para intervenciones estratégicas
en la producción orgánica donde actualmente hay disponibles menos
alternativas comparada con la producción convencional. El manejo adecuado
de plagas condiciona en gran medida la competitividad del sector orgánico, que
hoy crece en base a la demanda de mercados cada vez más exigentes con
respecto a la calidad e inocuidad del producto final a consumir, así como
respecto del proceso para su producción.
A partir de la necesidad por encontrar una nueva alternativa natural para el
control de insectos plagas y reemplazar así los pesticidas sintéticos se
comienzan a desarrollar los insecticidas botánicos buscando que ofrezcan
seguridad para el medio ambiente y que sean una eficiente opción agronómica.
partir de la optimización de extractos de plantas, tomando como modelo el
Paraíso (Melia azaderach L.)”, surgió como propuesta del equipo de trabajo en
Producción Orgánica de INIA. El objetivo principal fue desarrollar insecticidas
de origen vegetal seguros y eficaces a partir de extractos de Melia azedarach
L., con calidad adecuada para la producción de formulaciones comerciales y
teniendo en cuenta los principios de la Agricultura Orgánica. Fue financiado por
el Programa de Desarrollo Tecnológico, Subprograma II, “Desarrollo y aplicación
de ciencia y tecnología” en el Área de Oportunidad “Sanidad Vegetal” y fue
ejecutado en INIA Las Brujas durante 2007-2008.
En la agricultura orgánica se propone, tanto para el mantenimiento de la vida
del suelo, como para el manejo de los cultivos, la conservación del principio de
la biodiversidad ya que ella, entre otros beneficios, aumenta la estabilidad de
los agroecosistemas. De esta forma no se pretende en ningún momento
eliminar completamente las plagas, sino mantener niveles adecuados de
éstas, de tal forma que los daños que provoquen sean asumibles económica
y ecológicamente. Las herramientas a utilizar para lograr estos sistemas
dinámicos y estables a la vez suelen depender en gran medida de las
características locales.
Los plaguicidas sintéticos, elaborados muchas veces en base a materiales
no renovables, tienen el inconveniente en numerosos casos de matar a los
insectos benéficos al mismo tiempo que las plagas y generar otros efectos
secundarios no deseados (Ej.: residuos, resistencia), desequilibrando los
frágiles sistemas productivos. Los productos a base de plantas, aplicados tanto
como repelentes, como para controlar un ataque severo de plagas buscan,
entre otras, generar ventajas a partir de las siguientes características: se
producen a partir de materias primas renovables, se degradan más rápidamente,
tienden a ser selectivos y específicos respetando por tanto el principio de
la biodiversidad y minimizando los impactos ambientales negativos.
Mantener en niveles aceptables las plagas agrícolas por debajo del umbral
de daño económico es un reto constante para la agricultura orgánica. Se hace
crítico poder contar con herramientas adecuadas para intervenciones estratégicas
en la producción orgánica donde actualmente hay disponibles menos
alternativas comparada con la producción convencional. El manejo adecuado
de plagas condiciona en gran medida la competitividad del sector orgánico, que
hoy crece en base a la demanda de mercados cada vez más exigentes con
respecto a la calidad e inocuidad del producto final a consumir, así como
respecto del proceso para su producción.
A partir de la necesidad por encontrar una nueva alternativa natural para el
control de insectos plagas y reemplazar así los pesticidas sintéticos se
comienzan a desarrollar los insecticidas botánicos buscando que ofrezcan
seguridad para el medio ambiente y que sean una eficiente opción agronómica.
CONSIDERACIONES DE SEGURIDAD EN EL USO DE
EXTRACTOS
Hay que tener en cuenta que los insecticidas de origen vegetal actúan de
manera gradual. Por lo general ninguno de los extractos con propiedades
insecticidas tiene la acción fulminante de los insecticidas sintéticos. La población
de insectos no disminuye rápidamente. Los compuestos secundarios de
las plantas que pueden tener actividad están en muy baja concentración, por lo
que aun cuando puedan ser tóxicos para las personas o animales domésticos,
no lo son en las concentraciones de aplicación. De todos modos hay que
manejarse con precaución porque puede haber reacciones alérgicas a la planta
o hipersensibilidad. Al estar los extractos preparados en agua, la primera
medida a tomar en caso de accidente o inconveniente, es lavar inmediatamente
también con abundante agua.
En el aspecto ambiental, los preparados orgánicos a base de plantas son
totalmente biodegradables, por lo que los cuidados con el suelo y los cursos de
agua son menores, aunque hay que evitar grandes vertidos de los mismos,
para no aumentar súbitamente la concentración de los compuestos vegetales
en el suelo o el agua, ya que podrían producir efectos no deseados tales como
mortandad de peces, fitotoxicidad, inhibición de germinación, etc.
De acuerdo con lo expresado en este boletín, los extractos de paraíso
pueden ser usados para un control moderado de insectos en Agricultura
Orgánica, sin efectos adversos en mamíferos o insectos benéficos. La alta
disponibilidad y la capacidad de renovación de la fuente del material empleado
para la preparación de extractos, hacen del uso de estos preparados una
alternativa viable para la agricultura sustentable. En INIA se continúa realizando
estudios con éstos y otros extractos para generar información sobre
efectividad en insectos en laboratorio y campo, en distintos cultivos, y sistemas
productivos, así como también está previsto extender estudios en sanidad
animal.
EXTRACTOS
Hay que tener en cuenta que los insecticidas de origen vegetal actúan de
manera gradual. Por lo general ninguno de los extractos con propiedades
insecticidas tiene la acción fulminante de los insecticidas sintéticos. La población
de insectos no disminuye rápidamente. Los compuestos secundarios de
las plantas que pueden tener actividad están en muy baja concentración, por lo
que aun cuando puedan ser tóxicos para las personas o animales domésticos,
no lo son en las concentraciones de aplicación. De todos modos hay que
manejarse con precaución porque puede haber reacciones alérgicas a la planta
o hipersensibilidad. Al estar los extractos preparados en agua, la primera
medida a tomar en caso de accidente o inconveniente, es lavar inmediatamente
también con abundante agua.
En el aspecto ambiental, los preparados orgánicos a base de plantas son
totalmente biodegradables, por lo que los cuidados con el suelo y los cursos de
agua son menores, aunque hay que evitar grandes vertidos de los mismos,
para no aumentar súbitamente la concentración de los compuestos vegetales
en el suelo o el agua, ya que podrían producir efectos no deseados tales como
mortandad de peces, fitotoxicidad, inhibición de germinación, etc.
De acuerdo con lo expresado en este boletín, los extractos de paraíso
pueden ser usados para un control moderado de insectos en Agricultura
Orgánica, sin efectos adversos en mamíferos o insectos benéficos. La alta
disponibilidad y la capacidad de renovación de la fuente del material empleado
para la preparación de extractos, hacen del uso de estos preparados una
alternativa viable para la agricultura sustentable. En INIA se continúa realizando
estudios con éstos y otros extractos para generar información sobre
efectividad en insectos en laboratorio y campo, en distintos cultivos, y sistemas
productivos, así como también está previsto extender estudios en sanidad
animal.